Ya llega diciembre y con este mes toda la necesidad junta de despedir el año, por ende, todos encuentran la forma más divertida, razonable y lógica de decir adiós al último mes del año con comidas.
Todo está pensado en encuentros donde el comer es la primera y última acción, porque pensamos hasta en el mínimo detalle para que la despedida sea importante, suculenta e inolvidable.
No se nos ocurre despedir el año en una reunión con un tecito de por medio, o un encuentro donde nos juntemos a hacer deportes, a charlar de la vida, vaso de agua para que no se nos seque la boca, todo gira en comer, beber y obviamente desear buenos deseos.
El problema está en que tenemos 31 días de festejos, donde cada día tiene un compromiso agendado, porque hay que celebrar con los amigos, con la familia, con los compañeros de trabajo, con los ex compañeros del colegio, con los amigos que sólo vemos una vez por año y con todo aquel que nos invite a su fiesta, en la cual nos colamos con felicidad porque hay comida…
Y a todos, absolutamente a todos, nos sale el gordo que reprimimos durante todo el año y comemos desbordados como si el efecto anti dieta se potenciara y no importa más nada porque los kilos que no se bajaron hasta ahora pueden aguantar un mes más…
A celebrar el fin de año, pero a no quejarse en enero… Disfruten de los encuentros, celebren la vida y tengan al menos la conciencia de lo que comen, que la culpa luego no es buena…
A vivir diciembre, es el fin de la fiesta del año…
Laura A. Pereyra - Yo la Más Gorda de Todas
Nota publicada el 1 de Diciembre de 2009
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