Photo by Nadine Shaabana on Unsplash
#Stopbullying es la nueva consigna que ha levantado su bandera en mi país a raíz de un hecho claro de discriminación a dos adolescentes hijas de Jorge Rial, que son el reflejo de muchísimos casos que suceden cotidianamente a lo largo y ancho del mundo. Cuando yo sufrí por primera vez el acoso escolar sólo tenía cinco años, con mi poco caminar debí entender que había algo en mi persona por lo que estaba siendo atacada, así diariamente recibía mi dosis de burlas que lo único que hacían eran debilitar mi ser, hasta que un día no quise ir más al colegio, mi mamá supo escucharme, supo ver mi dolor y como buena maestra que era reaccionó a tiempo, aunque siempre las huellas del maltrato quedan impregnadas en la memoria. Pasó un tiempo hasta que el acoso volvió, recuerdo que volvía del colegio y le contaba a mi padre los sucesos del día, su cara se iba deformando, mientras discursivamente yo aceptaba que se burlaran porque era gorda y esa era una realidad que debía digerir por un par de horas. Un día mi mamá descubrió que me faltaba pelo en distintas partes de mi cabeza, todo era producto del stress traumático que vivía y que mi cuerpo procesaba como un llamado de atención.
Mis padres siempre estuvieron a mi lado apoyándome, pero no puedo decir que el bullying por ser gorda se hubiera acabado, puedo contarles la infinidad de veces que sentí vergüenza por mi cuerpo cuando grupos de muchachos e incluso hombres grandes me decían cosas respecto a mi tamaño, a mi panza, a mis rollos, interminables las ocasiones en que señoras muy aseñoradas me dieron cátedra de vida porque debía ser flaca, es lo que correspondía por ser mujer en esta sociedad. No les puedo explicar las cantidades de veces que hice dietas no para bajar de peso, sino para que me aceptaran, para que nadie me molestara, para que me dijeran que yo también era linda. El bullying siempre ha estado encarnado en esta sociedad que está demasiado enferma cuando se agarra de punto de descarga a otro ser humano simplemente por ser diferente. Una de las principales causas de discriminación se da sobre el cuerpo y sin embargo es de las menores presentaciones que recibe el INADI debido a que la gente siente vergüenza de expresar que ha sido burlado, demasiado dolor se lleva en el alma como para incluso meterse en un proceso legal, que en ocasiones, como la que me sucedió a mí, tardaron tanto tiempo en darme una respuesta que uno decide dejar de lado el caso porque necesita sacarse ese malestar de discriminación y seguir, porque la vida sigue… Ojalá que esta iniciativa de #stopbullying nos ayude a reflexionar por un rato y a comenzar a tomar conciencia que el problema es de todos, que si un chico maltrata a otro, se burla, lo ironiza es porque eso está convalidado en su hogar y si permitimos que esto suceda más tarde o más temprano todos sufriremos y experimentaremos las consecuencias de esta violencia que muchos la vivimos en carne propia… Recordá que las campanas también tocan por ti… Más amor por favor, #stopbullying
Yo la Más Gorda de Todas
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