El Gordo Odio Cotidiano

La gorda mayor, o sea yo, se enfrenta en pleno supermercado a la compra de verduras�


Situaci�n real: Una mujer de 60 kilos, empleada del supermercado, rellenita en algunas partes, cualquiera la encasillar�a en el estado de normal, relativamente joven, se cree una diosa entre sus compa�eros, dialoga con una mujer entrada en a�os que alguna vez fue flaca y se perdi� entre los postres caseros, los suculentos guisos y a�ora sus �pocas de cintura peque�a y piropos nutridos.


La gorda mayor, o sea yo, estoy directamente a la par de ellas, tengo que comprar tomates y ellas me entorpecen la compra. Ambas mujeres charlan animadamente, no les presto atenci�n hasta que nombran la palabra m�gica �gorda� y all� mi inter�s se posa sobre ellas, por cierto no me separo de su lado, ahora manoseo todas las verduras para escuchar lo que dicen.


Empleada del supermercado- A m� me puede decir cualquier cosa menos gorda�


Se�ora que se comi� todos los postres de su vida- A m� me pasa lo mismo, no quiero que me llamen gorda�


Empleada del supermercado-Mi pap� dice que me llama gorda cari�osamente, pero yo no tolero en absoluto que me nombren as�, es ofensivo�


Se�ora que se comi� todos los postres de su vida-Ayyyy siiiiiii, es horrible ser gordo

(La Gorda mayor sigue manoseando verduras bien al lado de ellas) Yo hice dieta el a�o pasado y me baj� 15 kilos, pero los volv� a subir, no soporto ser gorda, ni que los que me rodean lo sean�


Empleada del supermercado-Yo me cuido mucho, no quiero ser gorda y detesto que me llamen as�, las personas gordas son un horror�


Ante tanto p�nico me separo de estos dos cerebritos por miedo a que se asusten o les agarre un infarto, capaz que no me vieron que estoy pegadas a ellas con mis 114 kilos y 1.80 de altura, antes de que me culpen de ser la generadora de desmayos masivos, infecciones de grasa y ansiedades por chocolates que luego les genere ataques al h�gado, me marcho�


Gracias a Dios estoy vacunada contra la estupidez humana, que es mucho m�s grave que tener rollos, curvas y un alma sensible, se ve que hay personas que no tuvieron suerte con el reparto de cerebro�


En fin, que cada uno saque sus propias conclusiones, lo peor de todo es que esta charla y situaci�n realmente existi�


Laura A. Pereyra - Yo la M�s Gorda de Todas

Nota publicada el 15 de Octubre de 2009

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