Tentaciones

Vivir para comer, cuántas veces caemos en la tentación y somos pecadores inconfesables, teniendo a la gula como nuestro principal pecado capital.


No podemos resistirnos, soñamos con comida, nos antojamos, vemos la publicidad y tras eso que vemos queremos conseguir para comer, nos morimos de deseo, somos gordos de la cabeza a los pies.


A veces es difícil explicar esa sensación que nos mueve, que nos lleva tras las comidas, que es imperiosa, que nos genera deseo, porque por lo general no hay hambre, sino avidez de lo que se nos presenta.


Ojalá pudiéramos controlar nuestras acciones y que lo que se nos moviliza en la cabeza no se ejecutara, lamentablemente en muchos casos por un pedazo de chocolate, torta o papas fritas vamos a donde sea con tal de conseguirlas, sin embargo no nos impacientamos un segundo si tenemos que salir a caminar.


Hay muchas ocasiones donde vivimos para comer, situaciones cotidianas en donde si la comida no es parte nos falta algo, donde necesitamos de la misma, como si cada hora del día ameritara un sabor diferente.


Revertir esto que nos cuesta tanto nos puede ayudar mucho, sobre todo a mirar la comida por lo que es y no como una prioridad en nuestras vidas. Sé cuán difícil es lograr esto, más con las tentaciones constantes que se nos presentan a cada paso. Lo preocupante es que si dejamos que la comida maneje nuestra vida, el control de lo que somos o de lo que pretendemos ser jamás estará en nuestras manos.


Laura A. Pereyra - Yo la Más Gorda de Todas

Nota publicada el 11 de Abril de 2010

Ilustración: Pinterest

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Aclaración de la autora: Los textos que aquí se encuentran son parte del pensamiento de una época de mi vida. Como todas las personas evolucionamos y no todo lo escrito en su momento es parte de mi pensar en la actualidad, sin embargo este blog muestra el crecimiento de mi persona y mi pensar respecto a la temática eje del blog.