Un niño de 6 años murió a causa de la gordofobia de su papá que lo expuso a una intensa ejercitación porque según él “estaba gordo”.
El nivel de abuso que muestran las crueles imágenes, el grado de violencia del adulto sobre el niño es horroroso.
Corey Micciolo era gordo a los ojos de su padre y por esa razón lo expuso a la alta velocidad de una caminadora para que bajara de peso y ante las caídas del niño por no soportar la intensidad de la misma, lo volvió a subir 4 veces más para que corriera, aún cuando el pequeño caía y se golpeba violentamente.
Una y mil veces lo he repetido en los años que escribo este blog, “el peor enemigo muchas veces está en casa, sentado en la misma mesa en la que comemos y es el que dice que nos “ama””.
En fin, no nos horroricemos de esta atrocidad, si en pequeñas o grandes acciones sostenemos estas ideas en el hogar, en los comentarios que hacemos de nuestros hijos y sobre los demás, porque son la base de conceptos que se reproducen tan sostenidamente a lo largo de los años que llegan a estos extremos cuando los toma un desquiciado.
La violencia que se perpetúa en las almas a causa de los cuerpos es siniestra, demoledora. Siguen persistiendo conceptos errados, hay cuerpos buenos y cuerpos malos y en función de esas ideas se pone a dieta a niños y niñas desde muy temprana edad.
Hoy 6 de mayo es el día internacional sin dietas y pienso en que una cosa es aprender a comer y tratar de hacerlo del modo más positivo para el cuerpo, la mente y el espíritu y otro muy distinto es someter a planes alimentarios extremos o restrictivos a seres humanos, desde temprana edad y en muchas ocasiones, tras la célebre frase de que “lo tenés que hacer por tu salud”, la realidad es que en un altísimo porcentaje lo tenés que hacer para encajar, para ser parte, para que te vean flaco, para que te digan que sos lindo o linda, para ser aceptado o porque tu cuerpo, parte de la diversidad corporal, no entra en los parámetros de pensamientos de gente que la palabra diversidad se les borró de sus diccionarios y por ende te torturan sostenidamente hablando del cuerpo ajeno.
Hoy es noticia la historia de Corey, quien murió por el desamor de un padre, quien entre otras cosas evidentemente era gordofóbico, pero saquen el nombre Corey y pongan el que quieran, hay miles de niños, niñas, adolescentes y adultos que sufren en sus hogares, porque el lugar que los debería hacer sentir que están seguros es donde se siembra la semilla de la inseguridad, del dolor, donde se escuchan conceptos hirientes sobre sus cuerpos, porque los definen a través del tamaño de los mismos.
Por eso hoy te invito a repensar tus palabras si suman o no en relación a cómo hablas de tu cuerpo, a cómo te referís a los demás y en qué te enfocás porque en la medida que somos conscientes de lo que decimos y hacemos seguramente tendremos una relación más amorosa con nosotros mismos y seguramente no afectaremos negativamente a los demás.
Laura A. Pereyra - Yo la Más Gorda de Todas
Nota publicada el 6 de Mayo de 2024
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Aclaración de la autora: Los textos que aquí se encuentran son parte del pensamiento de una época de mi vida. Como todas las personas evolucionamos y no todo lo escrito en su momento es parte de mi pensar en la actualidad, sin embargo este blog muestra el crecimiento de mi persona y mi pensar respecto a la temática eje del blog.