Salud para todos y todas

Lo que relataré es un hecho verídico, voy a obviar los datos del lugar y la persona, porque ese ser humano que pasó por esta situación es la cara visible de tantos otros que no pueden contar o manifestar lo que les sucede y los hechos que viven quedan cajoneados en archivos del olvido.


Una persona obesa sufrió un accidente, llegó a un hospital público y los responsables del lugar le dieron todas las atenciones necesarias, se ocuparon y preocuparon por él, pero el límite era que los cuidados que le podían brindar eran más relacionados con la sabiduría de la experiencia, que con la realidad que le demostraban los estudios y es que éstos no existieron, porque este hombre necesitaba realizarse una tomografía computada y este tipo de aparatología que había en el lugar sólo era para personas hasta determinado peso.


La labor de los médicos fue intachable, sin embargo los mismos hicieron lo que pudieron y el final de esta historia es positivo porque este hombre pudo salir adelante, pero qué hubiera pasado si todo hubiera acabado del peor modo y por causa de la falta de este tipo de aparatología este hombre hubiera muerto porque él no puede ser atendido como corresponde dentro del sistema de salud público.


Es una realidad que los tomógrafos tienen una capacidad, que los Estados no pueden contar en todos los lugares con aparatos tecnológicos para personas con ciertas particularidades, el tema es que hay una falla dentro de los sistemas sanitarios, y en esa brecha cae mucha gente, los obesos son un porcentaje, entre tantos otros, que reciben los cuidados humanos, pero no pueden ser asistidos por cierta aparatología porque la misma está hecha para personas de determinado tamaño o forma.


Y la verdad es que más allá de que estos aparatos funcionan para miles de personas, que una o cien queden afuera de la posibilidad de ser asistidos con integridad es un hecho que preocupa, porque es un ser humano que dentro de cualquier Estado merece ser respetado en sus derechos y uno de ellos es la salud.


Podrán decir muchos, el Estado no hizo gorda a esa persona, por ende que se haga cargo de sus decisiones que hoy son las que lo afectan, sin embargo creo que no sólo debemos pensar en salvar a las mayorías. Cuando hablamos de salud, debemos ocuparnos de todos y al menos empezar a hacer intentos de visualizar posibilidades como para que más personas estén incluidas. Hoy son los gordos, que cada vez son más y mañana serán otros y está en nuestros gobiernos garantizar que cada ser humano pueda recibir la mayor asistencia posible porque hablamos de vida, el valor más importante que cada ser humano tiene en su haber.


Laura A. Pereyra - Yo la Más Gorda de Todas

Nota publicada el 18 de febrero de 2011

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Aclaración de la autora: Los textos que aquí se encuentran son parte del pensamiento de una época de mi vida. Como todas las personas evolucionamos y no todo lo escrito en su momento es parte de mi pensar en la actualidad, sin embargo este blog muestra el crecimiento de mi persona y mi pensar respecto a la temática eje del blog.