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En el 2008 pocos hablaban de los cuerpos reales, de diversidad, de respeto hacia lo que somos, incluso cuando comencé a escribir este blog era para relatar con ironía y cierta picardía lo que me pasaba como mujer gorda.
Los años han pasado y han traído una maduración en la temática por parte de ciertos sectores de la sociedad que cada vez elevan más su voz en post de plantear igualdad de oportunidades en todo el sentido de la palabra en lo que respecta a las personas con sobrepeso, ahora bien así como este número de adherentes a la causa se ha acrecentado también hoy se puede comprobar que hay otro buen número de ciudadanos del mundo que detestan a los gordos, que redoblan la apuesta en chistes, en acciones discriminatorias, vergonzantes y que son la clara expresión de una fobia hacia quienes somos gordos. Leyendo una nota muy interesante “Diga gordo, pero sin insultar” me di cuenta que hoy el tema de la obesidad implica una conceptualización política, implica un pararse en el mundo y empezar a trabajar más allá de la palabra escrita y oral, en redes y periódicos, con acciones que materialicen esas ideas que desde hace tiempo manifestamos como el deber ser… Desde hace un tiempo tengo la fortuna de trabajar con gente en mi ciudad que entiende que las transformaciones son desde el involucrarse con la mente y el corazón, hemos generado un día del respeto por los cuerpos diversos, vamos a los negocios de ropa a generar conciencia que es necesario traer ropa para todos, hemos dado charlas desde alimentación hasta bullying, hablamos en los colegios con los niños y adolescentes. Está claro que nos falta muchísimo, que no siempre tenemos el aparato estructural armado para conseguir mucho más, pero estamos en el camino y así se empieza a marcar la diferencia. Y mientras hacemos, están los que se deshacen en manifestaciones negativas, en Córdoba una artista bella con más curvas que sus compañeras ha sido vapuleada al punto de querer bajarse del concurso de la chica del verano, que por más frívolo que sea es una instancia para mostrar todos los tipos de belleza y esta joven mujer no resistió los insultos y el maltrato porque su cuerpo no cumple con la “norma” de una estética enferma que ha calado hondo en el pensamiento de nuestra sociedad. Así podemos leer en la nota que mencioné anteriormente lo siguiente: “
El pasado diciembre, una mujer británica, Kara Florish, viajaba en el suburbano de Londres cuando alguien le entregó una tarjeta y desapareció. Ella leyó, entre otras lindezas, lo que sigue: «Nuestra organización odia y detesta a la gente gorda. Nos oponemos a la cantidad de recursos alimenticios que consumís mientras la mitad del mundo muere de hambre. (...) No es una cuestión glandular, es glotonería. Eres un ser humano gordo y feo». Firmado: Overweight Haters. (Odiadores de gordos).”
Cuando uno asimila que en el mundo hay gente que le echa la culpa a los gordos de los problemas planetarios, que gasta su energía en maltratar al otro porque su aspecto físico no es el indicado estamos frente a una situación en la que claramente uno debe tomar un posicionamiento de acción y lucha para que quienes trazan las diferencias como algo malo se encuentren con quienes trabajamos en la búsqueda de derechos y respeto por esas diferencias que nos deben igualar. Es increíble observar el avance que se ha gestado, pero también es preocupante ver como molesta que amar quien uno es y no amoldarse a los cánones de una estética que va en retroceso siga siendo un problema y una herramienta para discriminar… A seguir desparramando amor y a amarse sobre todo…
Yo la Más Gorda de Todas
Fotografía: Mariana Godoy
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