No atrase con su pensamiento

Hay comentarios que aparecen al pasar, que parecen ser ejemplificadores y quedan ahí, pero sólo hay que escucharlos con atención para darse cuenta que están mal y hay que decirlo sin tapujos, aún cuando estos personajes son referentes de “salud”.



En el programa de Flor Peña “La Puta Ama” estuvo Alberto Cormillot, médico mediático, conocido por sus métodos para bajar de peso, al igual que su programa televisivo en el que las personas eran expuestas a dietas.

Este hombre habló de cómo cambia el cuerpo y mente de una persona que baja de peso y dio un ejemplo que transcribo textualmente: 

“Doy el ejemplo de la gordita de la oficina, si pesas 120 ó 130 kg, si tus amigos te ponen la mano encima es como un buen compañero, si bajás 30 ó 40 kilos dejan de ponerte la mano encima como un buen compañero y tienen otra intención, esto puede parecer una discriminación, pero es así”.


Me resulta chocante escuchar este tipo de comentarios, no porque mucha gente no piense de ese modo, porque lamentablemente este hombre refleja la voz de muchos, pero el tema es que sale en un medio masivo que muchos ven y nadie de los que allí se encuentra dice absolutamente nada y parece que todo quedara ahí sin asumir la responsabilidad de lo que se dice y lo que se comunica, sumado a cuánto pueden afectar estas concepciones.

El comentario de Cormillot es discriminatorio y en esa triste frase se concentran muchos preconceptos que hay que deconstruir, porque que haya personas que piensen así, no significa que la “gordita de la oficina” permita que sus compañeros la toquen.

La “gordita de la oficina” no es un objeto al que sus compañeros tocan libremente.

En caso de que la toquen puede haber una variedad de intenciones, desde lo afectivo de compañerismo al interés afectivo - sexual.

Que una persona sea gorda no significa que no puede ser vista por su sensualidad o que no pueda gustar.

Que una persona sea flaca no significa que tenga la “suerte” de ser tocada por sus compañeros cual objeto sexual. 

Y hoy "la gordita de la oficina" y "la flaca de la oficina" saben que pueden alzar su voz y que ningún hombre tiene por qué tocarlas.

Hasta cuándo vamos a seguir escuchando este tipo de comentarios, es necesario romper con estas concepciones, porque perpetúan la discriminación y fortalecen pensamientos insanos.

Creer que a los hombres o mujeres sólo les gustan los flacos o flacas hegemónicos es irreal, atrasan estas concepciones, el mundo es diverso y así son los gustos de las personas.

Hacer este tipo de comentarios con esa liviandad es irrespetuoso, durante años se permitió que muchos médicos por el título que portan hablen de los cuerpos buenos o malos, deseados o no y en esa voz diplomada por un título concentran profundas ideas que dejan afuera a muchas personas.

La belleza es tan diversa como los seres que habitan este mundo, el deseo es despertado por millones de estímulos, sólo que tras pensamientos hegemónicos impuestos muchos no se atreven a reconocer o a manifestar qué o quién les gusta, pero está a la vista la diversidad de relaciones que existen y debemos alzar la voz, hay que salir del cuadrado de manzana verde en el que se vive y redescubrir a los seres en su magnificencia.

Laura A. Pereyra - Yo la Más Gorda de Todas

Nota publicada el 24 de Agosto del 2022

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