Leyes a medias

Las leyes suelen contener las necesidades de las personas y cada ordenanza o ley conseguida no es sólo mérito de los que conforman un Congreso, sino de muchas personas que están detrás exigiendo y reclamando por sus derechos.


Sin embargo muchas veces la realidad nos atropella con sus mentiras, con sus compromisos a medias y con viles mentiras enmascaradas apropiadamente tras verdades hipócritas.


La Ley sobre la obesidad y otras patologías como la anorexia y bulimia llevó a muchas personas una gran cuota de esperanza porque muchas veces los tratamientos para bajar de peso o para subir el mismo, o transformar comportamientos no son nada baratos, hacer una dieta, ir al psicólogo, comer saludablemente, realizar actividad física tiene un costo importante y la realidad es que muchas de las personas que sufren graves problemas de obesidad no cuentan con recursos para encarar tratamientos integradores.


Tener una mutual permitió que muchos vislumbraran que serían contenidos por las mismas y que como la ley lo determina cumplieran con las pautas obligatorias de solventar los gastos de los tratamientos.


Podríamos decir que las mismas cumplen en el sentido más estricto de la palabra y por ende nadie puede quejarse, pero como mencioné anteriormente, muchas veces la mentira se encubre tras mucho palabrerío y un dejo de verdad…


Sólo hay que consultar en las obras sociales o mutuales para saber cuánto cubren por asistir a una nutricionista e instantáneamente recibiremos una fuerte cachetada a la sensibilidad cuando la cobertura por año, en algunas de ellas, no llega a los 100 pesos argentinos, por ende o uno paga de su bolsillo, o apela a la buena voluntad del nutricionista para que no te cobre o no hace ningún tratamiento.


Es importante que las mutuales se enteren de que enfrentar este tipo de patologías lleva un tiempo considerable y que para que una persona logre superar estas enfermedades (trastornos alimenticios) debe tener un asesoramiento desde distintos puntos de vista, pues el hombre es un ser bio-psico-social.


Ojalá que estas palabras sirvan para que todos reflexionemos y exijamos nuestros derechos, esos que están en la Constitución, esos que marcan las leyes, precisamente esos que continuamente son bastardeados por las conveniencias económicas que sólo ven a una persona gorda como un problemático gasto.


Laura A. Pereyra - Yo la Más Gorda de Todas

Nota publicada el 4 de junio del 2009

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