Muchas veces leo en los comentarios de los lectores pedidos de ayuda en relación a qué hacer con sus cuerpos, les preocupa bajar de peso y piden soluciones desde la desesperación…
A veces me doy cuenta que no se han tomado el tiempo para dar un vistazo al blog y creen que porque uno habla de la obesidad incluye un recetario de dietas para cada día del mes, con opciones alternativas que sinceramente terminan siendo perjudiciales a la salud.
La verdad es que me preocupa leer comentarios de angustia, tristeza, temor, de pánico con la comida, de intentos de comenzar dietas que no son las apropiadas, de pedidos a gritos en post de ayuda para hacer algo con esos cuerpos que no parecen pertenecerles, que parecen tener vida propia en relación a la comida y esas mentes no pueden manejarlos.
Cuando me refiero a esto quiero decir que es común leer o escuchar, entre nosotros, “este cuerpo con el que no sé qué hacer”, “estos rollos que cargo”, parecen ser aderezos que hemos recibido de otros, que cargamos con pesar, que no soportamos, parece que nos desdoblamos en cuerpo y mente, y nuestro cuerpo, ese en el que habitamos es en realidad un gran estorbo, porque parece que nuestro ser quisiera estar en otro envase, que no nos solicitara comida, que no tuviera tentaciones, que no se moviera torpemente y siempre se detuviera en los mismos lugares para comer.
A pesar de este rechazo, de este desdoblamiento entre el ser y el exterior que “cargamos”, somos uno, este cuerpo es parte nuestra, complementa y nos hace.
Por ello creo que es necesario comenzar a revertir los procesos de cambios, no todo pasa por la dieta o el plan nutricional, si la transformación no viene del interior, si no comenzamos por aceptar este cuerpo con el que vinimos al mundo, difícilmente los cambios exteriores se puedan dar fluidamente.
Si seguimos dándole crédito al maltrato de muchos, que no tienen vida, les damos fuerza y autoridad sobre nuestros cuerpos, es más no nos protegemos y permitimos que nos avasallen con discursos basura, que sólo lastiman.
Si continuamos con la actitud de no querer vivir porque no soportamos este cuerpo, es tiempo de buscar ayuda y debe ser con profesionales, con nutricionistas, psicólogos, familia, terapeutas… La vida es para vivirla con intensidad y este envase con el que vinimos es un milagro, desperdiciarlo por los comentarios de los demás, por no ser capaces de asumir todo lo bueno que tenemos es perder el tiempo, implica gastar energía en otros en vez de lo que somos y dejamos de descubrir a tanta otra gente como nosotros o no que está esperando conocernos, descubrirnos, que tiene la mente amplia y los brazos grandes para dar buenos abrazos y hacernos sentir queridos…
Dejemos de enfocarnos en quienes no nos hacen bien y apreciemos a todos aquellos que con un sencillo gesto pueden alegrarnos el día…
Amemos lo que somos, si aún no lo podemos hacer, trabajemos una actitud amorosa hacia nosotros mismos diariamente, cuando menos lo creamos el amor nos inundará cada centímetro de lo que somos, nos apropiaremos de este cuerpo que es con el que debemos transitar nuestra historia y como por arte de magia descubriremos tanta belleza y cosas buenas de nosotros mismos que nadie se atreverá a hacernos sentir lo contrario…
Ojalá hoy sea un buen día para amarse…
Laura A. Pereyra - Yo la Más Gorda de Todas
Nota publicada el 22 de Marzo de 2011
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Aclaración de la autora: Los textos que aquí se encuentran son parte del pensamiento de una época de mi vida. Como todas las personas evolucionamos y no todo lo escrito en su momento es parte de mi pensar en la actualidad, sin embargo este blog muestra el crecimiento de mi persona y mi pensar respecto a la temática eje del blog.