Enemigos íntimos, a veces nos convertimos en eso, en nuestros principales detractores, cuando ante todo no nos priorizamos, cuando le damos la oportunidad a los demás a que nos traten como quieran por el simple hecho de ser gordos, como si tuviéramos el estigma de tener que aceptar el maltrato como la moneda corriente.
Ponernos en lugares comúnes donde la burla hacia nosotros es el principal punto de atracción no es positivo, menos aún que ante las mismas seamos observadores silenciosos, sonriendo incómodamente para que los demás se diviertan de nosotros y no con nosotros.
Descubrir que nosotros somos tan diferentes como los otros, nos fortalece y nos permite reconocer que primero ser gordo es tan diferente como cualquier otra particularidad de los demás seres humanos, si nosotros no nos burlamos de las diferencias de los demás, nadie debe hacerlo con nosotros, pero ante todo nosotros debemos ser los principales generadores de no dejar abierta la puerta para los ataques y burlas que suelen ser cotidianos.
En la medida que cultivamos el respeto hacia nosotros, aceptándonos en toda nuestra condición, en cada centímetro de lo que somos, seguramente la actitud de los demás se transformará, porque está en nosotros ser amigos o enemigos íntimos…
Laura A. Pereyra - Yo la Más Gorda de Todas
Nota publicada el 26 de Febrero de 2010
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Aclaración de la autora: Los textos que aquí se encuentran son parte del pensamiento de una época de mi vida. Como todas las personas evolucionamos y no todo lo escrito en su momento es parte de mi pensar en la actualidad, sin embargo este blog muestra el crecimiento de mi persona y mi pensar respecto a la temática eje del blog.