Encuentros con la Nutricionista

Las excusas ante el nutricionista son de las más variadas, más si uno sabe que comió y la razón lógica por la cual los números de la balanza no descienden básicamente son porque uno atacó la heladera, el quiosco de la esquina y hasta la casa de la suegra.


Entre que nos cuesta enfrentar nuestro cuerpo, asumirnos como gordos y encima tener que decirle a la nutricionista que no bajamos de peso o que engordamos porque comimos es toda una tarea que en muchas ocasiones nos lleva a dejar de asistir a la consulta.



Mi teoría es que con el nutricionista establecemos una relación  especial, un compromiso de cumplir con lo que nos pide, cuando esto no sucede, nos atormenta tanto decir la verdad, por ejemplo “comí porque me antojé o no aguanté más no comer ningún chocolate”,  que sentimos que lo estamos traicionando por no cumplir al pie de la letra lo que nos pide…


La realidad es que el compromiso más importante lo debemos establecer con nosotros mismos, sabiendo que un exceso siempre nos termina perjudicando sólo a nosotros.

Los especialistas son un medio, que nos ayudan a corregir hábitos, a comer saludablemente y a quienes debemos consultar y decir toda la verdad porque de ese modo sabrán cuáles son nuestras debilidades y fortalezas.


Y recordemos que un buen nutricionista nunca nos hará dejar de comer, por el contrario nos ayudará a tener una mejor calidad de vida…



Laura A. Pereyra - Yo la Más Gorda de Todas

Nota publicada el 7 de Junio de 2010

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Aclaración de la autora: Los textos que aquí se encuentran son parte del pensamiento de una época de mi vida. Como todas las personas evolucionamos y no todo lo escrito en su momento es parte de mi pensar en la actualidad, sin embargo este blog muestra el crecimiento de mi persona y mi pensar respecto a la temática eje del blog.