El encuentro a través de la comida

Tengo un problema, que no sé si es tal, pero que lo comparto con mis amigas, amores, familia, vecinos, podría decir que estoy rodeada… Ya sé, no dije aún cuál es el conflicto en cuestión, precisamente el mío es la comida, a mí y a todos los que nombré nos encantan los encuentros, pero los mismos siempre están complementados de comida sabrosa, elaborada, riquísima.


Mi amiga Juli, es el ama de casa perfecta y cada vez que nos invita a cenar hace tres comidas por lo menos, todas ellas con un nivel de elaboración absoluto, sentarse a su mesa es reconocer que uno no podrá ser fuerte y decir que no a todo lo que se ofrece es como un sacrilegio. Su inspiración es la comida francesa, por ende ni la manteca, ni las salsas, ni la crema faltan, sería como un pecado capital obviar alguna de ellas en los platos excedidos de calorías, colores y aromas.


Por su parte ir a comer a la casa de mi abuela es pensar en entrada fría, caliente, plato principal y dos o tres postres de acuerdo al espíritu de mis tías que obviamente aman el chocolate, el dulce de leche, la crema pastelera y todo lo juntan para sacar sonrisas de tanto estímulo que las endorfinas provocan.


Ni hablar cuando la juntada es entre amigos y parejas, después de determinada edad uno deja de comer las benditas pizzas y empanadas para pasar a suculentos asados, tacos de todos los sabores, comilonas de pastas caseras y la lista se vuelve interminable, por supuesto siempre hay una heladería que hace manjares helados, que traen trozos de chocolates grandes y frutas y uno no se resiste, el plan alimentario parece quedar en el olvido en esos momentos donde no pensamos en otra cosa que comer mientras nos encontramos.


La realidad es que en la cultura de muchos está encontrarse con un plan de comida de aderezo, sino parece que nos faltara algo, por supuesto todo esto regado con vinos, gaseosas, cervezas y una lista interminable de cócteles que  nos estimulan a comer un poco más…


Desterrar este hábito de lo que somos me parece una batalla perdida, es más sé que por más que acabamos diciendo “siempre nos juntamos a comer”, es una costumbre que nos encuentra, nos permite fluir en charlas, en demostraciones cariñosas y sé que es probable que no sea lo correcto tener que contar con comida de por medio cada vez que nos juntamos, pero insisto la comida hace a nuestra cultura de un modo visceral, la estrategia será pensar en comer más saludable y medir un poco las calorías que consumimos, no creo que haya otra alternativa, porque decir que dejaremos las ricas comidas es un mentira muy obesa.

Laura A. Pereyra - Yo la Más Gorda de Todas

Nota publicada el 20 de Abril de 2011

Ilustración: Pinterest / Josefina Schargorodsky

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Aclaración de la autora: Los textos que aquí se encuentran son parte del pensamiento de una época de mi vida. Como todas las personas evolucionamos y no todo lo escrito en su momento es parte de mi pensar en la actualidad, sin embargo este blog muestra el crecimiento de mi persona y mi pensar respecto a la temática eje del blog.