Aceptar nuestra redondez

Para las mujeres la ropa es todo y como las gorditas siempre estamos renegando de nuestros rollitos y no aceptamos que no los podemos hacer desaparecer, ni esconder, ni hacer que los mismos no existan, vivimos lidiando con ellos para que no se noten.



A raíz de esto nos metemos en fajas reductoras, usamos cancanes que nos quitan cola, panza y respiración, nos ponemos corsets que nos quitan hasta las ganas de comer, tan sólo para hacernos creer que nos vemos más flacas.


Muchachas somos lindas con o sin complementos que nos reduzcan los rollos, y estos amigos que llevamos a todas partes con nosotras, que no podemos rebanar, sólo se achican unos pocos centímetros, o sea, seguimos siendo gorditas, es inherente a nosotras, no se puede ocultar lo que está a la vista y tan sólo debemos aceptar que esto somos y con este cuerpito andamos por la vida. 


A veces las peores críticas las tenemos nosotros cuando nos vemos al espejo, pretendiendo y exigiéndonos una imagen que no podemos tener y que por más cinturones, vendas, fajas y aderezos que nos pongamos nada cambiará de un momento a otro la figura que tenemos.


Por eso antes de sufrir, de no poder sentarse cómodamente, de aguantar la respiración, de no poder ni siquiera comer un bocadito por miedo que todo estalle, aceptemos que esto es lo que somos y pongámonos la ropa que nos guste, que nos haga sentir bien y bonitas y que no intente ocultar la belleza que tenemos, con rollos incluidos…

Laura A. Pereyra - Yo la Más Gorda de Todas

Nota publicada el 13 de Mayo de 2009

Foto: Natalia García

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